viernes, 30 de septiembre de 2016

Una clase independentista poética de Andrés Bello

En una queja a esos gobiernos cargados del despotismo en donde  el maestro de Simón Bolivar Andrés Bello, https://youtu.be/bFVIwCXn7xg  , manifiesta su pensamiento liberal a través de sus poemas:

LAS OVEJAS

"Líbranos de la fiera tiranía
de los humanos, Jove omnipotente
¡una oveja decía,
entregando el vellón a la tijera?
que en nuestra pobre gente
hace el pastor más daño
en la semana, que en el mes o el año
la garra de los tigres nos hiciera.

Vengan, padre común de los vivientes,
los veranos ardientes;
venga el invierno frío,
y danos por albergue el bosque umbrío,
dejándonos vivir independientes,
donde jamás oigamos la zampoña
aborrecida, que nos da la roña,
ni veamos armado
del maldito cayado
al hombre destructor que nos maltrata,
y nos trasquila, y ciento a ciento mata.

Suelta la liebre pace
de lo que gusta, y va donde le place,
sin zagal, sin redil y sin cencerro;
y las tristes ovejas ¡duro caso!
si hemos de dar un paso,
tenemos que pedir licencia al perro.

Viste y abriga al hombre nuestra lana;
el carnero es su vianda cuotidiana;
y cuando airado envías a la tierra,
por sus delitos, hambre, peste o guerra,
¿quién ha visto que corra sangre humana?
en tus altares? No: la oveja sola
para aplacar tu cólera se inmola.

Él lo peca, y nosotras lo pagamos.
¿Y es razón que sujetas al gobierno
de esta malvada raza, Dios eterno,
para siempre vivamos?
¿Qué te costaba darnos, si ordenabas
que fuésemos esclavas,
menos crüeles amos?
Que matanza a matanza y robo a robo,
harto más fiera es el pastor que el lobo".

Mientras que así se queja
la sin ventura oveja
la monda piel fregándose en la grama,
y el vulgo de inocentes baladores
¡vivan los lobos! clama
y ¡mueran los pastores!
y en súbito rebato
cunde el pronunciamiento de hato en hato
el senado ovejuno
"¡ah!" dice, "todo es uno".

miércoles, 28 de septiembre de 2016

20 de septiembre 2016- Una Clase de Simón Bolivar

Al escuchar el nombre de Simón Bolivar, en nuestro país puede sonarnos a Zoológico, y claro, es que el Jardín Botánico y Zoológico Nacional Simón Bolívar (ZNSB) se encuentra en la capital de Costa Rica desde 1916. En un principio se encontraba cerca del Liceo de Costa Rica, pero el ruido que producía, hizo que los vecinos se quejaran y que este debiera trasladar al sector noroeste de la capital, en las inmediaciones del Barrio Otoya. 
Según la página de FUNDAZOO, (la cual en 1994 obtuvo la administración del zoológico)al respecto del parque: " el propósito era conservar especies en peligro de extinción y servir como instrumento educativo al propiciar la investigación científica". (FUNDAZOO, 2016)
Al confrontar este propósito con la vida de hombre al que quisieron homenajear, colocándole su nombre al Zoológico, me hace encontrar simpáticas relaciones, puesto que al igual que el parque, el investigador y estudioso Bolivar, salió de su lugar originario, para poder hacer más ruido. Tanto que logró, no sólo despertar y rescatar algunas especies que estaban casi muertas, como la identidad de un pueblo, sino que también traer una especie que no se conocía por esos tiempo en nuestras tierras: la Libertad.



Muchas veces, hemos tenido que salir un poco de nosotros mismo para saber quiénes somos y saber qué podemos alcanzar, cómo lo hizo Simón Bolívar. Talvez porque no nos damos cuenta de qué es lo que realmente nos oprime, qué viene de afuera que nos estorba. Pueden ser ideas que hemos asimilado como propias, pero que en realidad son agenas. Sin embargo es importante  reconocerlas para poder ser libres de dichas ideologías que no nos hacen libres. 
Bolivar busca la libertad de su patria. Conoció la libertad de España para liberarla de ella. Es cierto, hasta la independencia la heredamos de Europa, pero para precisamente liberarnos de su atadura, como el mismo Simón lo dijo en su juramento. 
Hoy este testimonio de lucha me hace pensar cuantas ataduras seguimos teniendo, algunas siguen siendo influenciadas por Europea y Norteamérica. Pero también de ataduras autóctonas que la independencia Política , no nos ha logrado quitar, y que más bien ante tal independencia, han aflorado, desde ese momento, como los  intereses propios de muchos gobiernos, por continuar con el poder de una manera déspota, sin tomar en cuenta la opinión del pueblo. 
 Llamarnos hoy independientes debe ser motivo para valorar estas luchas de los héroes del pasado y a la vez para preservar especies ideológicas en peligro de extinción como lo es la unión de los pueblos latinoamericanos: 

 …la visión política de Bolívar: diseñar un esquema integrador para las zonas liberadas, imprimirles organicidad y dotarlas de viabilidad al nivel del naciente siglo XIX, había cristalizado. El éxito autorizaba a su creador a impulsar un proyecto de mayor alcance, largamente acariciado. En efecto, desde 1815 había insinuado una idea, en Bogotá primero, y en la Carta de Jamaica más tarde. Se trata de una idea clave en el pensamiento de Simón Bolívar, en lo que atañe a la política internacional, y la pondrá en práctica con la tenacidad que caracterizó toda su obra. En 1818, su carta a Pueyrrodón esboza la idea de convertir el territorio americano en una entidad cuyo peso contara en el ámbito universal; para ello era necesaria la unidad: La América unida, si el Cielo nos concede este deseado voto, podrá llamarse la reina de las naciones y la madre de las repúblicas. (Martínez, 2003) 

La unidad de los pueblos podría llevarnos a una segunda independencia, la de las injusticias causadas por la desigualdad de oportunidades, que en el fondo siguen oprimiendo nuestras naciones.

Bibliografía

Martínez, N. (2003). Simón Bolívar. España: Arlanza Ediciones.
ZOOLÓGICOS, F. P. (28 de Septiembre de 2016). Historia del Zoológico Simón Bolívar. Obtenido de http://fundazoo.org/web/zoologico-simon-bolivar/historia-del-zoologico-simon-bolivar/


lunes, 12 de septiembre de 2016

Ensayo: ¿Tenemos en Latinoamérica una forma de filosofar distinta a la de los europeos?

¿Tenemos en Latinoamérica una forma de filosofar distinta a la de los europeos?


            Según el Universalismo filosófico, existe una forma única de ver o explicar el mundo. Desde este punto de vista las especificidades de lo que se consideraría una filosofía latinoamericana estarían fuera de la verdad.

            Sin embargo, Juan Bautista Alberdi afirma:
“No hay, pues, una filosofía universal… Cada país, cada época y cada filósofo ha tenido una filosofía peculiar, que ha cundido más o menos, porque cada país, cada época y cada escuela ha dado soluciones distintas a los problemas del espíritu humano” (Zea, 1977)

Para Hegel, con respecto al pensamiento americano:
Lo que hasta ahora acontece aquí, no es más que el eco del viejo mundo y el reflejo de una ajena vida. (Hegel, 1997)

            El pensador José Gaos, cuestiona si en verdad es necesaria la existencia de una filosofía latinoamericana, luego de que la humanidad ha desarrollado múltiples cantidades de textos filosóficos asiáticos o europeos, en los cuales es muy probable que se encuentren tratadas las mismas problemáticas que esta “nueva filosofía latinoamericana” pretende tratar.

            Considero que cada escritor, escribe para su época. Y que a pesar de que las preguntas a las que pretenda dar respuesta sean universales, es posible identificar la forma de expresar su pensamiento, de una manera particular. Por eso en estos párrafos me propongo buscar características singulares del pensamiento latinoamericano, en sus manifestaciones culturales.

            Según Rodolfo Kusch, existen dos formas de tratar la filosofía, la primera desde la manera tradicional que se ha heredado de Europa, y la segunda desde una forma particular que, con respecto a Latinoamérica, podemos apreciar en su cotidianeidad. Es entonces desde la cotidianeidad, donde para Kusch, podemos encontrar una especificidad en el pensar latinoamericano.

Si la cultura del europeo ha primado la categoría del ser, la indígena está anclada en el estar, más respetuosa con la realidad.  (Beorlegui, 2004)

                Es fácil caer en el error de juzgar las culturas originarias, desde el pensamiento europeo. Pensar que la forma de ver el mundo desde la filosofía esparcida por Europa es la única es irrespetuoso.           
            Por ejemplo, el concepto de bienestar que hemos heredado, proveniente de la vivencia en ciudad, nos podría llevar a negar las riquezas autóctonas cotidianas del vivir de nuestros pueblos aborígenes.
            Una muestra de ello es que, para las culturas tradicionales Bribri- Cabécar  de Talamanca en Costa rica, el espacio del “ña” (suciedad), representado por el servicio sanitario, debe estar fuera del espacio habitable, por lo que ellos construyen casetas fuera del espacio habitacional para sus servicios sanitarios.
            Sin embargo, cuando se han realizado donaciones, o los llamados bonos de vivienda a algunas de estas poblaciones, esta característica cultural cotidiana ha sido ignorada muchas veces, por lo cual las familias aborígenes han tenido que crear un espacio para la cocina, fuera de la casa.
            ¿Es o no, esta, una forma de vivir y de pensar distinta, pero a su vez válida? Tal vez esta costumbre preservó a nuestros aborígenes de algunas enfermedades. Si hubiéramos intentado comprender estas y otras manifestaciones cotidianas de nuestros pueblos, hubiéramos podido respetarlas, preservarlas y hasta aprender de ellas, reconociendo en estas, toda una sabiduría cotidiana.

            Es interesante este término sabiduría cotidiana, pues pareciera que ahí radica una de las mayores diferencias entre el pensamiento europeo y el de nuestros pueblos originarios. El europeo ha necesitado primero los pensamientos abstractos para llegar a lo artístico, el latinoamericano por el contrario, va de lo vivo y concreto para de ahí, extraer su forma de pensar.  En otras palabras, el latinoamericano no hace tanto una filosofía teórica, como una sabiduría práctica.
            Por ello, es valioso el volver la mirada a las raíces del pensamiento latinoamericano, sobre todo hacia la cultura Náhuatl, en la cual su sabiduría no  solamente es considerada como una verdadera pre-filosofía, sino que es a su vez, un verdadero arte, ya  que dicho pensamiento se manifiesta a través de cantos y poemas.
…el gran error del latinoamericano ha sido no aceptar su propia realidad desde la pretensión de querer ser otra cosa. Por eso ha buscado encarnar identidades foráneas, olvidándose de ser lo que él es, identidad encerrada en parte en su pasado histórico.  (Beorlegui, 2004)
            Es además una sabiduría que se encuentra incluso hoy presente, en la cotidianeidad de nuestro rico idioma, de nuestros sabrosos y autóctonos productos, a pesar de que muchas veces no nos damos cuenta de ello; productos como el aguacate, el atole, o el zapote, son productos de los cuales tantas veces hemos escuchado y hasta comido, pero que talvez pocas veces hemos “sabido saborear su verdadero sabor”.
            Etimológicamente, las palabras saber y sabor provienen de la raíz latina sapere, que significa tanto degustar, saborear, como entender. Sapentia, entonces es traducida como sabiduría, osea saborear los conocimientos del mundo.
Dice Adelle Davis:

“Somos mucho más de lo que comemos, sin embargo, lo que comemos nos puede ayudar a ser mucho más de lo que somos”

            Podemos en Latinoamérica por tanto, saborear el mundo desde su propia cultura y manera de pensar, la cual como he dicho antes, tiene raíces tan antiguas como la lengua Náhuatl, una lengua tan colorida y rica como “el zapote”, “el aguacate”, “el pinol” o “el atole”, productos que no sólo están en nuestros platillos, sino que también, en nuestra sabiduría popular. Por ello afirmar que tenemos una forma propia de filosofar no es como dice el conocido y autóctono refrán: querer "Dar atole con el dedo"  (AIH, 1965), sino más bien es un hecho que se manifiesta en nuestra cotidianeidad.

Bibliografía

AIH. (1965). Huellas del náhuatl en el castellano de México. Bar-Lewaw.
Beorlegui, C. (2004). Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Bilbao: Universidad de Deusto.
Hegel, G. (1997). Lecciones sobre la filosofía de la historia universal. T. I Trad. José Gaos. Barcelona: Altaya.
Zea, L. (1977). Filososfía Latinoamericana. México: Siglo XXI.