Biografía
de Raúl Fornet Betancourt
Raúl Fornet-Betancourt nació
en Holguín, Cuba, en l946, ha cursado estudios de filosofía, lingüística,
ciencias políticas y teología en Salamanca, París, Freiburg y Aachen. Ha
obtenido el doctorado en filosofía en Salamanca y en Aachen, en esta última
universidad con la especialidad en cuestiones fronterizas con la teología. El
doctorado de "habilitación" para ser profesor catedrático lo obtuvo
en la universidad de Bremen, donde actualmente es profesor de filosofía. Es
además profesor honorario en la Universidad de Aachen.
En
América Latina es profesor visitante permanente en las Universidades Pontificia
de México y en Unisinos, San Leopoldo, Brasil. Es fundador y editor, desde
l982, de Concordia, Revista Internacional de Filosofía; y desde l985 de la
Serie Concordia Monografías, con 26 volúmenes editados. Desde l997 edita además
la serie "Denktraditionen im Dialog. Studien zur Befreiung und
Interkulturalität", especializada en temas interculturales desde la
perspectiva de la liberación.
Desde
l989 coordina el programa de diálogo Norte-Sur donde se busca fomentar el
intercambio filosófico intercontinental, pero acentuando el diálogo entre
filósofos europeos y latinoamericanos. Se han celebrado desde entonces siete
seminarios internacionales cuyas actas han sido publicadas en la Serie
Concordia Monografías.
Desde
l995 coordina los Congresos Internacionales de Filosofía Intercultural. También
desde esa fecha impulsa un programa de diálogo entre intelectuales cubanos de
la isla y del exilio.
www.youtube.com/watch?v=FHbsIADCy4c
Responder:
¿Qué significa la expresión “El
tiempo se ha vaciado”?
Significa que vivimos en un tiempo vacío
de esperanzas por que el capitalismo no nos permite tener verdaderas
experiencias de humanización. Por ello no tenemos un calendario, se nos ha
expropiado el tiempo. Es un tiempo tan ligero y tan rápido que está vacío.
Acelerado por el ritmo de las funciones de consumo en donde se ha podido
sentenciar el final de la historia con “Una larga ceremonia de adioses”, sobre
todo de los valores que nos pos humanizan.
¿Por qué la “revolución” sigue como
un término vigente?
Sigue como un término vigente porque
la filosofía, en las manifestaciones de sus filósofos, cada cual desde su
lugar, puede realizar una revolución de esperanza, de humanización, teniendo
una voluntad de verdad y bien, que denuncien el sistema capitalista. Es una
revolución que muestra de manera más clara la realidad del mundo o de otras procesos
de mundo que han sido opacados por el sistema hegemónico del capitalismo.
¿Qué significa “humanismo crítico”?
Es el movimiento teórico y social
que se levanta ante la antropología que está en los fundamentos del
Capitalismo, la cual rompiendo los vínculos naturales con la naturaleza y la comunidad,
se proyecta desde la individualidad de un yo, que busca en la posesión y
dominio de las cosas y del otro, el camino para compensar el aislamiento
cósmico y social. Es el humanismo crítico lo que media para poder pensar en la
revolución como proyecto de humanización.
¿Cuáles son los fundamentos de la
filosofía intercultural?
Se fundamenta en la consciencia de
que se debe ser testigo de la memoria de la realidad, atenta del mundo de los
pobres y oprimidos, con gestos de ternura que dan soporte a dicha condición. Es
una filosofía que ordena el mundo a ser un lugar de verdad y de bien, de
justicia, sin ajustarse a la falsa realidad.
¿A qué se refiere la expresión de que
la historia ha de contarse desde “la lucha por la libertad de los oprimidos”?
Se refiere a la consecuencia de una
filosofía intercultural que debe hablar desde la emergencia histórica de aquellos
que más sufren, proponiendo a partir de estas emergencias, prácticas filosóficas
que se solidaricen con ellas, para reducir la desigualdad. Así el mundo girará
bajo otros valores que no sean los del capitalismo.
Sería
esta, otra historia no contada desde el Capitalismo y sus intereses.
Ensayo: “La filosofía requiere voluntad
de verdad y voluntad de bien.
En los estudios de filosofía nos
podemos encontrar con la expresión que dice: “La filosofía es inútil”.
Esta expresión podría ser cierta en
cuanto a que la filosofía se ocupa mucho de temas clásicos de los que se discute
poco en la vida ordinaria (la existencia, la vida, el ser), y si estos se
comparan con temas populares, como el futbol, las modas y los avances
tecnológicos, saldrán perdiendo en “rating” por mucho los primeros.
En parte por el hecho de que en este
mundo acelerado nos preocupamos cada vez más por el hacer y menos por el ser. Parece
entonces cierto que es más útil el hacer para tener, que el ser para contener,
pues la paradoja de nuestros tiempos post modernos es que tanta aceleración en
el hacer, ha producido tanta fuerza
centrífuga que nos ha vaciado de contenido sin darnos cuenta, porque nos ha
adormecido el creer que nos estamos llenando con el consumismo que nos propone
el Capitalismo.
Raúl Fornet en su ponencia
Revolución, Humanismo y filosofía intercultural propone que la distinción entre
filosofía práctica y teórica es artificial, y aquí pareciera mostrar una
perspectiva que se opone al pensamiento de que la filosofía es inútil.
Para Fornet, el mundo de la
filosofía no es otro que el mundo cotidiano, por ello, el filósofo debe conocer
sobre la historia pero también ser aprendiz de la realidad, ya que sólo así
será consciente de las necesidades de humanización que el mundo actual requiere.
Este es un aporte concreto que el
ser de la filosofía intercultural realiza, al asumir una voluntad de verdad y
de bien. Ya que no sólo basta con
filosofar sobre la verdad de la realidad sino que debemos procurar con esta el
bien común.
Estas voluntades están unidas pues como dice
el mismo Raúl:
“El reconocer y querer la verdad de
lo humano sin reservas implica la dignificación de las condiciones sociales,
políticas y culturales. La verdad y el bien de lo humano necesitan complementar
en esa tarea de la dignificación de las condiciones, haciendo a cada hombre y a
cada mujer un dignatario de la dignidad humana”(Fornet, 1994)
Claro está que para una política
capitalista, este tipo de filosofía humanista puede seguir siendo inútil,
puesto que el buscar la humanización y el rescate de los más pobres no es un
objetivo importante para su hegemónica voluntad de poder.
Para la filosofía intercultural, el
amor por la sabiduría, no es un mundo propio, sino que es la realidad misma, en
la cual al imbuirse en ámbitos tan concretos como la política, y en la ética,
puede por medio de una voluntad de verdad y de bien, realizar propuestas que
liberen a los oprimidos. Puede influir
para que se ponga en primer plano, los valores de solidaridad y justicia,
valores que a cambio de un menor tener material,
nos podrían dar un mayor contener humano,
que llene nuestros vacíos temporales.
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